No todo el mundo tiene “bemoles” para meterse bajo tierra y si hay que nadar en plena oscuridad, nadar y si hay que escalar, escalar y otro montón de cosas que tienen que hacer los buenos espeleólogos si pretenden salir vivos de la experiencia deportiva. Aunque debo decir que cuando lo consiguen, cuando llegan a esas cavernas en las entrañas de la tierra con esas estalactitas y esas estalagmitas tan maravillosas… ¡puf, qué subidón!