¿No te has dado cuenta de que cuando eliges tu ropa escoges el color que en ese momento te apetece llevar?… Es así de sencillo, cada color nos evoca un sentimiento o una emoción, independientemente de cual o cuales sean nuestros favoritos, lo cierto es que un día triste no te apetece ponerte nada rojo o naranja, o en cualquier otro espectro de color chillón… más bien todo lo contrario, buscamos los grises, negros, marrones… colores fríos o cálidos pero con poco “ruído” que es como llamamos a los colores vivos y estridentes.
Aquí te dejo dos tablas: la primera nos habla de la Psicología del color; la segunda nos explica lo que nos evocan los colores cuando los vemos y de ahí que en cada color de la tabla haya una marca de alimento o bebida con dicho color. Las empresas de publicidad utilizan muchísimo éstos sistemas de captación por la evocación en nuestro cerebro. Hacen grandes estudios al respecto para saber de qué color o en qué tonalidades deben anunciar o empaquetar su producto con el fin de que nos resulte más suculento y atractivo y nos veamos, irremediablemente tentados y lo adquiramos casi sin pensar más que en el futuro-supuesto placer que nos dará comérnoslo o bebérnoslo.